El Mundial Sub 20 de Chile fue escenario de una innovación que promete cambiar la forma en que se vive el fútbol. En la victoria por 2-1 de Ucrania frente a Corea del Sur, se utilizó por primera vez la denominada “tarjeta verde”, una herramienta que habilita a los entrenadores a solicitar la revisión de jugadas cruciales a través del VAR.
La situación se dio tras el gol del descuento convertido por Ham Sun-Woo para el conjunto asiático. El técnico ucraniano apeló a la tarjeta verde, lo que obligó al árbitro a acudir a la cabina del VAR. Luego de la revisión, la anotación fue anulada por posición adelantada, lo que marcó el debut oficial de este mecanismo en competencias internacionales.
El sistema, denominado Football Video Support (FVS), tiene como finalidad optimizar el uso del VAR evitando pérdidas de tiempo y reduciendo costos de implementación. Cada equipo podrá realizar hasta dos reclamos durante el partido, limitados a jugadas puntuales como goles, penales, expulsiones directas o confusión de identidad.
La aparición de esta herramienta abre un nuevo capítulo en la historia del arbitraje y plantea un interrogante: ¿se convertirá en un aliado justo para entrenadores y árbitros o en una fuente de polémicas dentro del campo de juego?